lunes, 23 de septiembre de 2013

     Vladimir Putin acaba de escribir en el New York Times que en Siria están enfrentándose el Estado y el yihadismo internacional. En el mismo momento, el presidente francés Francois Hollande afirma en entrevista concedida a la televisión de su país que es una guerra por la democracia... lo que está en juego en Siria es el fin del colonialismo.

    En junio de 2012, durante la conferencia de Ginebra 1, Estados Unidos y Rusia decidieron repartirse el Medio Oriente sobre las ruinas de los acuerdos Sykes-Picot de 1916. Lo que se presentaba al mundo como la voluntad de alcanzar una paz justa y duradera significaba en realidad el regreso a un mundo bipolar, como en tiempos de la Unión Soviética, y excluir de la región a británicos y franceses.

    Aquel proyecto podía parecer ilusorio. Sin embargo, 14 meses más tarde, está empezando a concretarse.

    Nicolas Sarkozy y el primer ministro británico James Cameron firmaban el Tratado de Lancastar House en el que Francia y el Reino Unido ponían en común sus fuerzas de proyección, o sea sus fuerzas coloniales...Conforme a lo pactado con Washington, los dos países esperaban el inicio de la «primavera árabe» para fomentar disturbios en Libia y Siria.
    voltairenet

No hay comentarios:

Publicar un comentario