Según se dice en los mentideros heréticos del País Cátaro, los cuerpos que descansan bajo la Iglesia de Rennes le Chateau corresponderían a Jesucristo, María Magdalena, e incluso se habla también de los restos de la supuesta hija de ambos, Sara.
Jean Luc sabía que para llegar al fondo del misterio, y poder excavar en la Iglesia, había que contar con los Permisos del Ayuntamiento, o bien llegar uno por sí mismo a ser el Alcalde del pueblo y desde allí aprobar las obras. El factor dinero no sería problema: tenía la intención de lanzar una suscripción internacional para reunir los fondos necesarios a fin de acometer las obras de excavaciones y de investigación. Los satanistas de El Vaticano conocían perfectamente al sr. Robin. En tanto y en cuanto se dedicara a ser un buen cocinero y un buen escritor, no había problema. Pero en cuanto vieron que este tipo se iba a hacer con la Alcaldía para hurgar a sus anchas en los bajos del Templo Sagrado, le liquidaron en menos de 24 horas. Jean Luc Robin es la enésima víctima del Secreto de Rennes le Chateau.
El propio Robin lo había afirmado en alguna de sus entrevistas: "El misterio de Rennes le Chateau afecta a los cimientos del Vaticano"[...]
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