Los Khazaros
Un pueblo turco-mongoloide que una vez residió en el sur de Rusia, donde crearon un gran imperio. En el siglo VIII se convirtieron al judaísmo y han estado considerados desde entonces como judíos genuinos. Fueron derrotados por los vikingos. Más del 90% de los que hoy se llaman a sí mismos judíos, son descendientes de los khazars, no de los hebreos.
Los Vikingos llegaron a darles espinazo a las tropas rusas – eslavas, que no tenían espíritu para pelear. Más tarde los Vikingos bajaron hasta los territorios árabes por el Volga y se esparcieron por el Este de Europa, pero nunca muchos de ellos…
…Se desconoce el verdadero origen de los kazares. Podrían hasta haber sido una tribu goda, ya mezclada con tártaros, en la emigración de la destruida civilización aria del Gobi. Son nómadas. Su terrible sentido de la independencia es el que lleva a sus Reyes y sus Primeros Ministros (tienen un Gobierno dual, una pareja de “Reyes gemelos”, por así decir; un signo hiperbóreo) a adoptar el judaísmo. Y lo pensaron mucho antes de decidirse a dejar sus cultos paganos. El mahometanismo les habría hecho depender del Califato de Bagdad y el cristianismo, del Emperador de Bizancio. El judaísmo, por el contrario, carecía de un centro visible de poder. Por esto lo prefirieron. ¡Qué terrible equivocación!
Aparentemente los Kazares eran una raza turca – de turcos anteriores a los de hoy, mucho más claros de tez y con ojos claros y a menudo pelirrojos. Lo de la civilización del Gobi, quizás habrá sido la de los Juan Juan o la de los Hsiung nu, que fueron poderosísimos y desaparecieron (mezclados con los chinos en gran parte) pero estos no eran pelirrojos. Sabrá Dios… Los Kazares nunca tuvieron primeros ministros o una gran civilización. No han sobrevivido sinagogas y solo una ciudad, Sarkel, que puede haber sido un gran monasterio con agregados.
Lo de la sanitizacion es algo parecido a lo que han hecho con el Talmud porque si todos los cristianos lo leyeran tal cual es… no habría ni judíos ni kazares más aquí…Como dijo Jesús, son los reyes de la mentira y del invento.
Su imperio ocultado:
Ahora todos a la vez (pura casualidad, naturalmente) empezarán a aparecer artículos y películas de los excelentes Kazares – dominaron a medio mundo y mantuvieron un control absoluto contra los mejores luchadores de la historia durante siglos por lo “pacíficos” que eran… Solo a un pueblo totalmente idiotizado como este se le puede decir algo así.
Los kazares tenían el pelo rubio o rojo. Como los mongoles y turcos, afirmaban descender de la muy antigua dinastía de los Asena -posiblemente sus Kagan, o Gobernantes-, una suerte de dinastía del desierto; tal vez fueron Asen. Sus grandes luchas son con los vikingos, a los que llaman Rhus (del sueco Rodher, remero). Los vikingos, los Rhus, mezclados con eslavos, dan origen al pueblo “ruso”. De ahí que los alemanes, en su avance por las estepas, encontraran tanta gente de pelo rubio y ojos azules.
………
Pelearon contra todos. Los primeros reyes rusos, búlgaros, de todas partes se llamaban Kagan- en imitación de los Kazares.
Ahora bien, el único, el más grande “Imperio Judío” del mundo, durante la Edad Media, en tiempos de Carlomagno, no es judío. Sólo por conveniencias ha adoptado la “religión judía”, su nomocracia, su Ley. Pero ahí no hay sangre judía, todo lo contrario. Y tal vez sea esta la razón por la cual la “Tribu” kasar desaparece de la faz de la historia, sin dejar huellas, como cualquier otro pueblo que sufre la mestización del mundo, sin poder escapar a la ley de la entropía, “milagro” que únicamente rige para el Golem judío.
Los Kazares “desaparecieron” de la faz de la tierra por conveniencia de la escritura de los Kazares de hoy. Ahora que ya se sabe quienes fueron Y SON, ya vendrán otras versiones.
Lo principal en los Kazares judíos es que jamás han tenido dignidad. Los agarran en una mentira tras otra y siguen mintiendo, porque saben que somos demasiado tontos para juzgarlos por ello. – Por cierto, el Golem, es una creación de la Kabbalah, un muñeco fabricado de barro al que se le dió vida poniéndole la palabra ‘”VERDAD” en la frente, que al sacársele la letra de la vida - la primera, ALEF, la palabra VERDAD se convierte en MUERTE y muere el monstruo – creado por un rabino.
El Golem – creo que la fábula dice que en Checoeslovaquia – protegió a los buenos judíos matando a muchos cristianos malos… siempre está latente la posibilidad de un Golem mucho más grande y potente para “defender” a los judíos buenos y justos contra los cristianos malos, malísimos – que merecen estar muertos, como dice el Talmud.
Es la prueba más decisiva de que el judaísmo no es cuestión de fe, de religión, de conversión, sino un asunto genético, de una ideovariación automizada. Es un continuo-impuro en una antisangre.Los kazares seguirán practicando el judaísmo, circuncidándose, etcétera; pero desaparecen, fundidos en los que pasarán a ser los húngaros, los búlgaros, los turcos, los rusos, los rumanos; es decir, son los “judíos” de estos países. Lo que significaría que todos estos “judíos” no son judíos, según se deduce de Koestler, o de lo que él quiso para sí mismo. En conclusión objetiva, digamos que es posible que así lo sea, aún cuando demasiados kazares se habrán mezclado a fondo con judíos de verdad. Uno de éstos podría ser Koestler. Pues, “por sus hechos los conoceréis…”
El 92% de los “judíos” son Ashkenazi (Kazares), los únicos que mandan y tienen derechos en Israel. Los Sefarditas no cuentan para nada… Los Kazares al mando.
El misterioso Reino de Kazar
La tradición independentista que habían demostrado varias veces los judíos a lo largo de su accidentada historia, como en el insólito y heróico reino de los Macabeos dentro de la propia Palestina, tiene otras manifestaciones casi desconocidas que no podemos sin embargo despreciar, porque son jirones significativos de la historia de Israel. Así en el año 513 d.C. el guerrero judío Mar Zutra se sacudió el dominio persa y fundó sobre la orilla izquierda del Tigris, al noroeste de Susa, el reino judío independiente de Mahoza, que duró solamente siete años hasta que los persas lo aniquilaron. Cuando un famoso mercader judío español, Benjamín de Tudela, realizó un viaje increíble por Europa, Africa y Oriente Medio en los años centrales del siglo XII investigó la situación de los judíos en todas partes; detectó a los judíos negros establecidos en la India, relató cómo los judíos del golfo Pérsico controlaban las pesquerías de perlas y comprobó la existencia de dos enclaves judíos independientes y belicosos: uno en torno a las ciudades fortificadas de Teima y Kaibar, en el interior del noroeste de la península arábiga, cerca de las ciudades sagradas del Islam; otro, igualmente autónomo y arriscado, en las montañas del Yemen, sobre la salida norte del mar Rojo. Pero ninguno de estos reductos judíos se puede comparar al reino de Kazar, a quien el maestro judío de la España islámica, Yehuda Ha-Levi, dedicó su diálogo fundamental Kuzari, y con quien trataron de establecer relaciones los judíos de España.
No tenia ni idea del tal Mar Zutra…
Kazaria era una región del Asia Central, a caballo entre la mitad norte de los mares Negro (con inclusión de Crimea) y Caspio, que incluía las cuencas bajas del Dniéper, el Don y el Volga, y albergaba a un pueblo nómada cuyo rey, Bulán, se convirtió al judaísmo hacia el año 700 d.C. seguido por la mayoría de su pueblo en que convivían miembros de la religión musulmana, cristianos, bárbaros sin religión conocida y la nueva masa judía. Uno de sus sucesores, Obadia, atrajo a numerosos rabinos que consolidaron la nueva religión y construyeron numerosas sinagogas. El reino judío de Kazar se mantuvo durante trescientos años y la influencia judía intensificó el proceso de urbanización y fomentó la economía basada en la pesca, la ganadería y la agricultura. Los kazares recibieron numerosos emigrantes judíos perseguidos en Grecia, ayudaron militarmente a los bizantinos contra Persia y a los magiares en su conquista de Hungría, lograron una importante expansión por la cuenca del Danubio hasta Panonia y comerciaron por todo el Mediterráneo y Europa central con su miel, sus pieles y sus cueros. La suprema institución de gobierno contaba con dos jueces judíos, dos cristianos, dos musulmanes y un bárbaro. El naciente poder de Rusia inició su ataque a Kazar a fines del siglo X y les fue arrinconando hacia Crimea hasta que en 1016 una expedición combinada ruso-bizantina acabó con tan interesante experimento asiático, carente de fronteras naturales aptas para la defensa. Aún así parece que una sombra del reino judío se mantuvo hasta la invasión de los mongoles; muchos supervivientes contribuyeron a la formación de las grandes juderías de Polonia y Rusia tras la desaparición de Kazar.
“La pesca, la ganadería y la agricultura”…Jaja!! Esa es la sanitizada versión de la Pseudo-Enciclopedia Británica previendo ya que se les va a acabar el misterio a los mal llamados judíos Escogidos…The Self-Chosen”… Lo de los jueces suena bien, como un invento al fin.
Cuan civilizados eran… andaban viviendo en tiendas de campaña desarmables, eran paganos, nómadas, salvajes con una religión fálica y se preocupaban por hacerse propaganda como la que se hacen aquí… hablando siempre de moral, los que no la conocen, de ética cuando no conocen su significado, de justicia, cuando la compran y la venden… Para inventar estupideces que nuestro pueblo se cree, son en verdad, maestros… Mientras más ridícula, más se la cree – después que por 50 fuentes escuchamos la misma cosa… “Plan para dominar al mundo”,,, Oh NO!!! Casualidad no más… pura casualidad – una tras otra, miles de ellas, casualidades todas.
Crítica de lo que esta en azul: Aparentemente, nunca se pelearon los Kazares contra los Bizantinos. Solo al principio, porque les gustaba la plata y Constantinopla era rica – la mayor ciudad del mundo. Cuando Koestler escribio su libro en 1974 (tras llamarle anti-semita y después envenenado, con su señora y su perro con cianuro de potasio en el agua – oh! grave accidente!!), él dijo ser los Mongoles los que derrotaron a los Kazares.
Israel lo atacó y mandó a un equipo de dos profesores a demostrar que era falso lo que había dicho Koestler. En vez de eso, ellos escribieron su propio libro dando más detalles del asunto… antes de convertirse en “antisemitas, traidores”, etc. También llegaron a la conclusión que al menos el puntillazo final había sido de los Mongoles.
En verdad que los rusos les ganaron primero, pero también los Pechinegs y los Arabes les habían estado ganando. Se habían debilitado tras tantos años de dominio. Cuando llegó Timujjin (Genghis Kahn) y se le unieron los Tártaros, que conocían bien a los Kazares, comprendieron éstos que había llegado la hora de robar de alguna manera diferente – lo que han hecho magníficamente otros 800 años.
Hay referencias de Kazares hasta el 1235 ( aproximadamente) pero ya no eran los mismos. En Rusia hay un museo de objetos Kazares, muy atrasado, como si fueran Cro Magnon, casi, pero aprendieron a escribir Hebreo los que más sabían (no el Fiddler on the Roof quizás) y tenían algunas cositas – pero no instituciones de importancia. Eran bárbaros convertidos, con muchas trazas aún de paganos con sus religiones que se parecen a la sarta de estupideces que dice el Talmud, precisamente – los de verdad, no los nuevos. De todos modos, dice el Talmud que no se debe imitar a los “goyim” (nosotros, todos los que no seamos “judíos”) ni en usar un peine en la cabeza – ni en bañarse demasiado, solo cuando se necesita, como en los baños rituales (Mikvah), De todos modos, nunca aprendieron a comer con modales, se dicen desde hace muchos años (antes que la TV nos “educara” a nosotros) las mayores groserías, hombres y mujeres que se acaban de conocer – esto es, los ejecutivos, etc. no tienen el menor reparo en pagar favores con traiciones asquerosas… lo que han aprendido de ser personas semi-decentes lo aprendieron en Alemania, por lo cual, en vez de estarles agradecidos, la han tratado de destruir varias veces. Los judíos que han mandado siempre en este país, son los “Maskilim” – educados en Alemania para todo efecto práctico, aunque son los “hijos del Enlightenment” (perdón) – los “Iluminados”.
Jamás se adaptaron a país alguno. En Rusia solo el 3% de los judíos hablaba ruso.
Ricardo de la Cierva. El tercer Templo. Editorial Planeta. ISBN: 84-320-5953-6 (pag. 77,78)
