Una encuesta de las actitudes israelíes en la Operación Plomo Fundido (Diciembre 2008-Ene. 2009) llegó a la conclusión de que "la conciencia de la opinión pública se caracteriza por un sentido de victimización, una mentalidad de asedio, el patriotismo ciego, beligerancia, fariseísmo, la deshumanización de los palestinos, y la insensibilidad a su sufrimiento ... Estas actitudes son producto del adoctrinamiento. "
Israel ha sido envenenado por la psicosis de guerra permanente. Se ha arruinado moralmente por la santificación de victimización, que se utiliza para justificar una ocupación que rivaliza con la brutalidad y el racismo del apartheid en Sudáfrica. Su democracia - que siempre fue exclusivamente para Judios - ha sido secuestrada por extremistas que están empujando al país hacia el fascismo.
Muchos de los ciudadanos más ilustrados y educados de Israel - 1.000.000 de ellos - han abandonado el país. Entre sus más valientes defensores de derechos humanos, intelectuales y periodistas - israelíes y palestinos - son objeto de una vigilancia constante del estado, las detenciones arbitrarias y campañas de desprestigio por el gobierno.
Su sistema educativo, desde la escuela primaria, se ha convertido en una máquina de adoctrinamiento para los militares. Y la avaricia y corrupción de su élite política y económica han creado enormes disparidades de ingresos, un espejo de la decadencia en la democracia estadounidense.
Y, sin embargo, las verdades sobre Israel siguen siendo en gran medida tácitas. Partidarios liberales de Israel denuncian sus excesos. Se retuercen las manos sobre la trágica necesidad de ataques aéreos sobre Gaza o el Líbano o la demolición de viviendas palestinas. Pero nos aseguran que se respetan los derechos humanos y que quieren la paz.
truthdig
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